COLECCIONABLES 2000

SCREEN, DOUBLE SPOT LIGHT
Óleo y resina sobre panel. 92 x 127 cm. San Francisco, 1999.
SCREEN COLLECTION
Óleo y resina sobre panel. 92 x 127 cm. San Francisco.
SCREEN DEVELOPMENT
Óleo y resina sobre panel. 92 x 76 cms. San Francisco, 1999.
SCREEN, GUADALUPANA SHELL
Óleo sobre tela. 283 x 203 cms. San Francisco, 1999.
El elemento forma está pintado de manera completamente diferente al elemento fondo. En la pintura clásica todos los elementos contiguos en la imagen están pintados de manera diferente en cuanto a su proceso, para conseguir que la naturaleza del material representado en ese elemento sea diferente a la naturaleza del elemento que tiene junto a él. Rembrandt extremó esta solución para tensionar más la imagen al tiempo que la hacía más natural. 
Velázquez lo evidenció en el paño que cubre a su “Cristo crucificado” en 1632, donde el paño es pintura directa mezclada en fresco y el cuerpo del Cristo es una densa transparencia de sombra tostada y sombra natural sobre un blanco muy denso, opaco y previamente seco. 
Una caracola es un objeto que el hombre determina que es susceptible de ser coleccionado. En función del contexto en el que se presente, su imagen significará una cosa u otra. 
Si está en un contexto natural significará que el objeto está encontrado. Si el contexto es un paño rojo aterciopelado supone que el objeto está seleccionado y se muestra para su contemplación. 
Si el objeto-caracola se presenta acumulado significará un proceso de desarrollo, de construcción en la repetición para significar una suma o una sucesión. 
En cualquier caso, su deriva a coleccionarse es tan extraña para ese objeto como lo es para el propio cuadro que contiene su imagen, cuando éste siente que puede, debe o necesita ser coleccionado. Cuando el cuadro siente que es para lo que no ha sido hecho. 
En mi opinión, los cuadros se han hecho para saber cómo se podían hacer. Cuando un cuadro cuestiona lo anterior (práctica habitual en arte) significa que no se sabe dónde acabará esa experiencia de pintarlo. 
El conocimiento de esa experiencia es lo que mueve a un artista a hacer un cuadro a su manera. 
Los grandes artistas plantean su cuadro como un comentario de la pintura, de la suya y de la de otros anteriores. Explican su proceso en el tiempo dejando huellas visibles de los diferentes momentos que ha tenido, o enmascaran absolutamente todo para que el cuadro sea una cápsula hermética y contundente. 
Distintas actitudes para distintos propósitos, que incluso un mismo artista puede tener en el desarrollo de su tiempo.
El arte puede tener leyes pero nunca normas. Las leyes están en la Naturaleza, las normas en la sociedad.